Un sector desaparece cuando su capacidad de innovación desaparece. Me da la sensación que las artes gráficas, y concretamente, la impresión en papel van por ese camino. Soy de la opinión de que el soporte papel como soporte de difusión publicitaria es interesante y mucho más efectivo que otras estrategias: El papel puede estimular varios sentidos (vista, tacto, olfato...). La publicidad en radio sólo estimula oído, y la publicidad en TV o Internet sólo vista y oído. El marketing busca generar el mayor impacto en el destinatario de una campaña. Además, el papel ES ecológico (biodegradable, puede producirse de forma sostenible...). ¿Se puede decir lo mismo del plástico que envuelve todo aparato electrónico? ¿De las conexiones de estaño o soldaduras químicas?
Sin embargo, cuando uno trata de innovar se encuentra con un conjunto de proveedores anquilosados en el pasado, con una estructura antigua. Por ejemplo: Los fabricantes de maquinaria, no han introducido prácticamente ninguna novedad en los procesos de impresión desde el lanzamiento de la impresión offset, a principios del siglo XIX. Las únicas modificaciones vienen por introducción de la electrónica (forzados en los últimos años por la explosión digital), o utilización de compuestos más eficientes y ecológicos en la impresión (también forzados en los últimos años). Las tintas y secadores para UVI son quizás la novedad más significativa que se ha producido en un siglo.
¿Dónde quedan tintas con olores, por ejemplo? (En España son casi imposibles de encontrar... por no decir imposibles). ¿Dónde encontrar nuevos tipos de acabados para el papel que no sea el clásico plastificado? ¿Dónde realizar complejos plegados y que no sean manuales?
La sensación es que es un sector donde la I+D, brilla por su ausencia.
via: David Pinelo
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